La medicina tradicional china tiene orígenes milenarios, se basa en sabiduría acumulada durante cientos de generaciones y sus efectos y beneficios han sido comprobados a lo largo de siglos. Está más unida a los ciclos de la naturaleza y del cuerpo humano, por eso la medicina tradicional china es muchas veces la solución a problemas o dolencias que la llamada medicina occidental no puede solventar. Y es que la medicina tradicional china le lleva muchos siglos de ventaja.
Se trata de una medicina natural, sin efectos secundarios, muchas veces tiene carácter preventivo, que se basa en un fundamento: no existen enfermedades, sino enfermos. Lo importante no es lo que le sucede a un órgano, un hueso o un músculo, sino lo que está pasando en todo el cuerpo, de qué manera responde así como el ambiente o la actividad a la que está expuesto en su día a día.
El cuerpo sano es aquel que mantiene un equilibrio entre el yin y el yang
Chinos, japoneses y coreanos han conocido desde tiempos muy antiguos los beneficios de la acupuntura. Partiendo de la premisa de que todo en el cuerpo está relacionado, la Acupuntura estimula cierto puntos de la anatomía que tienen una mayor conductividad eléctrica, es decir, que sirven de canal de energía.
Estimulándolos con diferentes técnicas, en la mayoría de los casos con agujas metálicas delgadas, se restaura la energía y el equilibrio, regulando las funciones del cuerpo y actuando sobre los diferentes órganos.
Siguiendo las premisas de los puntos de energía del organismo, la estimulación en este caso se realiza de forma térmica mediante la combustión de artemisa.
La moxicombustión utiliza las propiedades terapéuticas de la raíz de la planta Artemisa, que se muele o se prensa en forma de 'puro'.
Se trata de una técnica muy antigua por succión producida por una ventosa, cuyo vacío hace que aumente la circulación sanguínea de la zona a tratar, al tiempo que estimula el sistema linfático y el sistema inmunitario y el metabolismo celular Además, activa sirve para reactivar los tejidos y también sirve de terapia depurativa, ya que elimina toxinas.
Su principal aplicación es "extraer" el dolor con la producción del vacío, pero también puede tratar trastornos del sistema nervioso, y mejorar la circulación, las defensas y el metabolismo.
La medicina occidental reproduce en muchos casos, de forma química, industrial y artificial, remedios curativos que siempre han estado presentes en la naturaleza.
La herbología aprovecha estos principios activos naturales que, administrados con la dosis correcta, alivian las dolencias, previenen y minimizan los efectos secundarios que se derivan de los medicamentos tradicionales.
Se trata de un masaje profundo en el que el terapeuta emplea las manos, pulgares e incluso codos y las rodillas para presionar puntos de energía con el fin de estimular el flujo del Chi y restaurar el equilibrio.
Está especialmente indicado para paliar los efectos de las contracturas y otros dolores musculares. También es eficaz para tratar desarreglos ginecológicos, problemas gastrointestinales, cefaleas y otras afecciones.
En la oreja existe un punto reflejo para cada zona del cuerpo, que es perceptible en el caso de enfermedad. Una vez detectados los puntos, se puede proceder a su estímulo para volver a equilibrar el organismo.